El negocio de la croqueta española

La croqueta es la segunda tapa más vendida en España después de la tortilla de patata, aunque si bien es cierto es complicado encontrar croquetas de calidad en los bares y restaurantes españoles.

La gran mayoría de locales de restauración opta por unas raquíticas croquetas congeladas de baja calidad y elaboradas en cadena de manera industrial (Cosa que hará que ese cliente o bien no vuelva o no vaya a pedir jamás ese plato combinado o tapa). De una bolsa que cuesta 1 euro sacan croquetas vendiéndolas a 0.50 o incluso a 1 euro por una croqueta de bolsa encima de un pedazo de pan.

Elaborar una croqueta casera cuesta tiempo y no todo el mundo sabe hacer unas buenas croquetas y de variados sabores.

Pero claro, a raíz del amor a este plato tan típico casero español, han salido empresas que venden croquetas caseras y de buena calidad de diferentes sabores tanto a bares como a al público, como son las dos franquicias que se han convertido en gigantes grupo Fridela y Croqueta y presumida.

Las venden frescas o fritas, lo que permite al hostelero comprarlas y darles una fritura rápida en una freidora o si le sobran congelarlas, pero sin perder la calidad de la croqueta.